18 de abril de 2010

Microrrelatos

Predicativo

Cuando abrí emocionada mi caja morada, encontré todas aquellas cosas que había utilizado años antes para jugar, y que me hicieron recordar todo lo que he disfrutado con ellas. Las cogí, y, después de observarlas y recordarlas una a una, las tiré a la basura. Ya tenía demasiados trastos.

Perífrasis

Iba caminando por la acera. Miré a un lado y al otro, y cuando estaba a punto de cruzar la calle, apareció aquel coche. Iba tan deprisa que casi no me dio tiempo ni a reaccionar. Faltó muy poco.

Libre

Siempre íbamos a la misma playa. El mismo lugar, con las mismas personas, la misma habitación… Todo lo mismo. Como siempre, bajamos al bar del final de la calle, y allí estaba el mismo camarero que años atrás. Recuerdo tener apenas cuatro años, y ya lo conocía ahí, detrás de aquella barra. Como de costumbre, al ser el primer día nos invitó al aperitivo y nos dio una charla idéntica a la de los demás años. Más tarde fuimos al mismo centro comercial, a lo de siempre, comprar unas toallas nuevas y algunas cosas para bajar a la playa. Yo me quedé atascada mirando un escaparate. Pensé. Tantos años y todavía no había encontrado nada interesante que hacer. Sin decir nada, me fui hasta la estación de trenes y me marché a mi casa. Estaba cansada de aquella rutina.

2 comentarios:

  1. Me ha gustado el final del libre, aunque demasiado negativo

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  2. El microrrelato libre es un poco largo, pero tiene su gracia. Los otros dos también enganchan.

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